Kon (コン, Kon) es un Alma Modificada que
actúa como el alma artificial de Ichigo Kurosaki cuando éste asume sus
funciones de Shinigami Sustituto. Kon proviene precisamente de Kaizō Konpaku (改造魂魄, alma modificada). Kon prefería como nombre
"Kai", porque le parecía que sonaba mucho mejor y le daba un aire
mucho más interesante, y precisamente por esta misma razón Ichigo decidió que
finalmente se quedase con "Kon".
Personalidad
El principal rasgo a destacar de Kon es su naturaleza
pervertida, que ha dado pie a numerosos gags a lo largo de la serie. Tiene una
obsesión particular por los pechos grandes como los de Orihime y Matsumoto,
aunque eso no ha evitado que haya tratado de tomarse las mayores confianzas
posibles con otros de los personajes femeninos, especialmente con Rukia.
Esta faceta llega a ser aún más llamativa cuando se
encuentra en el cuerpo de Ichigo, con el consiguiente cambio de personalidad y
de ademanes, que no deja de ser extraño al compararlo con la forma de ser
callada y seria de Ichigo.
No obstante, Kon ha mostrado también otros rasgos más
ocultos de su personalidad, como una sensibilidad especial al ver a Yuzu
Kurosaki llorar por la ausencia de su hermano Ichigo, o enfurecerse al oír a
unos estudiantes cómo decidían borrar los personajes de un videojuego
(recordándole su historia personal). A raíz de este evento, Kon ha afirmado que
seria incapaz de matar a alguien, llegando a proteger a un grupo de chicos de
un Hollow.
Historia
Las almas modificadas fueron creadas con la idea de ayudar a
los Shinigamis en su tarea de combatir a los Hollows, para luchar personalmente
al contar con poderes especiales (fuerza sobrenatural, enormes velocidades,
etc.). Sin embargo, cuando aún no habían llegado a ser usadas en el campo de
batalla, se ordenó la destrucción de todas las almas modificadas, debido a que
su uso planteaba el problema ético de tener que emplear cadáveres en los que
implantar dichas almas.
Así, el mismo día de la creación de Kon su vida ya estaba
predestinada y condenada a la aniquilación, pero por azares del destino acabó
por ser confundido por un alma artificial común y fue a parar a la Tienda de
Urahara. Más tarde, Kon recordaría el terror de aquellos días en los que su
vida pendía de un hilo por una decisión de la que él sólo era una víctima
inocente.
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